miércoles, 8 de enero de 2014

Primer avistamiento

Un año nuevo inicia, y se me ha vuelto tradición pensar cuándo será el año en que mis pasos, muchas ocasiones literalmente, me lleven a encontrarle...a verle, a toparme con él.
Lo curioso es que me siguen invadiendo las sensaciones de sentirle, de presentirle, me viene a la cabeza imágenes suyas, y minutos después: el avistamiento, y luego el pasmo emocional, y la rigidez en el cuerpo, como una emoción de esas que hasta marean. Me quedan resacas de verle, sensaciones que me reavivan emociones antiguas, este al menos fue así. Pasar frente a él y verle, escucharle, y yo no se si fui tan silenciosa o invisible que no provoque su mirada, por lo tanto fui un fantasma, como ya otras veces...sucede que me cansa, que me agota la recobranza del pasado, ¿Por qué?, ¿Por qué a pesar de todo yo sigo recordando sus ojos? ¿Por qué hay tardes como está que cuando lo veo me viene como una pequeña esperanza de que  en el fondo todo fue un mal sueño? Porqué sentiré que se trata sólo de alzar las miradas y dejar que nuestros ojos se crucen, así, por casualidad, y decirnos todo, y quedar en paz, tal vez hasta sonreír como cierre de la tregua. ¿De dónde ha salido esta sensación de entristecerme de nostalgia? recuerdo palabras de un poema que me gusta "Muero de mirarte y no entender", eso, eso quizás sea lo que se me remueve adentro: la incomprensión de la conjugación de nuestra historia.

En fin, dejemos que los sueños nos hablen esta noche ...
que la inquietud no es buena compañía cuando se produce por encuentros con el antes, la paz es necesaria para la felicidad completa.

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