domingo, 27 de noviembre de 2011

el olvido...

Ya no recuerda...ya no somos más nosotros....y digo esto después de estar tan distante, llevamos meses sin hablar, y muchas palabras de por medio no han logrado el acercamiento...como ahora veo no o hicieron  nunca, nos engañamos, estando juntos, nos mentimos, porque de ser verdad todo, todo, el incio, el como paso, el fin, las reconciliaciones, todo, de ser verdad este tiempo presente no sería posible....esto en lo que nos hemos convertido no estaría pasando, este vacío de los ojos no sucedería....
El ya no tiene ojos para ver más allá de lo que se aparenta, el ya construyó otro el, con otra ella, el ya no es aquí, no ha seguido al fantasma que se quedó en la cama, en está donde a veces no duermo por extrañarlo, acá donde la sábana sigue teniendo esa mancha de tinta cuando aquella vez llegó y me tiro a la cama he hicimos el amor entre una tinta negra que se derramaba en nuestros cuerpos desnudos...con esa mancha duermo aquí...mientras miro la ventana que tiene las violetas, sus violetas...No ha sido capaz de ver que en todos los sitios hay signos y señales...que le voy dejando piedritas para que no se pierda, pero en ese esperar, me he perdido yo, no quiero más explicar, los sueños se han cumplido, rompo el compromiso de su alma con la mía...con sus ojos....esos que tantas veces desde antes de saberme ignoraban mi presencia, lo siguen haciendo ahora,  se de tantas veces pasando frente a mí sin que se entere...
No invocarle...ya no más pensamientos al aire para que las coincidencias se den, me lastima verlo, y vernos sentir en lo que a pesar del tiempo transcurrido sigue pasando: nos hicimos daño y no hemos perdonado, y los presentes son ahora en otros sitios...despierto a la realidad, siento adentro como lo que he sentido el día de hoy, éste frío que literalmente quema...

martes, 22 de noviembre de 2011

Décima Muerte...

¡Qué prueba de la existencia
habrá mayor que la suerte
de estar viviendo sin verte
y muriendo en tu presencia!
Esta lúcida conciencia
de amar a lo nunca visto
y de esperar lo imprevisto;
este caer sin llegar
es la angustia de pensar
que puesto que muero existo.
II
Si en todas partes estás,
en el agua y en la tierra,
en el aire que me encierra
y en el incendio voraz;
y si a todas partes vas
conmigo en el pensamiento,
en el soplo de mi aliento
y en mi sangre confundida,
¿no serás, Muerte, en mi vida,
agua, fuego, polvo y viento?
III
si tienes manos, que sean
de un tacto sutil y blando,
apenas sensible cuando
anestesiado me crean;
y que tus ojos me vean
sin mirarme, de tal suerte
que nada me desconcierte
ni tu vista ni tu roce,
para no sentir un goce
ni un dolor contigo, Muerte.
IV
Por caminos ignorados,
por hendiduras secretas,
por las misteriosas vetas
de troncos recién cortados,
te ven mis ojos cerrados
entrar en mi alcoba oscura
a convertir mi envoltura
opaca, febril, cambiante,
en materia de diamante
luminosa, eterna y pura.
V
No duermo para que al verte
llegar lenta y apagada,
para que al oír pausada
tu voz que silencios vierte,
para que al tocar la nada
que envuelve tu cuerpo yerto,
para que a tu olor desierto
pueda, sin sombra de sueño,
saber que de ti me adueño,
sentir que muero despierto.
VI
La aguja del instantero
recorrerá su cuadrante,
todo cabrá en un instante
del espacio verdadero
que, ancho, profundo y señero,
será elástico a tu paso
de modo que el tiempo cierto
prolongará nuestro abrazo
y será posible, acaso,
vivir después de haber muerto.
VII
En el roce, en el contacto,
en la inefable delicia
de la suprema caricia
que desemboca en el acto,
hay un misterioso pacto
del espasmo delirante
en que un cielo alucinante
y un infierno de agonía
se funden cuando eres mía
y soy tuyo en un instante.
VIII
¡Hasta en la ausencia estás viva!
Porque te encuentro en el hueco
de una forma y en el eco
de una nota fugitiva;
porque en mi propia saliva
fundes tu sabor sombrío,
y a cambio de lo que es mío
me dejas sólo el temor
de hallar hasta en el sabor
la presencia del vacío.
IX
Si te llevo en mí prendida
y te acaricio y escondo,
si te alimento en el fondo
de mi más secreta herida;
si mi muerte te da vida
y goce mi frenesí,
¡qué será, Muerte, de ti
cuando al salir yo del mundo,
deshecho el nudo profundo,
tengas que salir de mí?
X
En vano amenazas, Muerte,
cerrar la boca a mi herida
y poner fin a mi vida
con una palabra inerte.
¡Qué puedo pensar al verte,
si en mi angustia verdadera
tuve que violar la espera;
si en vista de tu tardanza
para llenar mi esperanza
no hay hora en que yo no muera!

domingo, 20 de noviembre de 2011

El tiempo, el viento...

Si tuviera su corazón allá donde está...no tendría que invocar encuentros ni tendría tantas "coincidencias" con el "acá"....con el "nosotros"...si su presente le hiciera feliz, no invocaría el pasado.....

lunes, 14 de noviembre de 2011

LAMENTO

Como ahora ya no quieres nada, ni arrebatarme el cuerpo, ni cerrar mis ojos, ni guardar mi corazón: VOY A MORIR, PARA QUE GUARDES MI MUERTE CON TUS MANOS...
Santa Sabina.

domingo, 13 de noviembre de 2011

tu máscara...

Tu máscara y tu nombre ocupan el lugar de esa persona que no llegaste a ser,
un día cualquiera la ahogaste con la almohada,
algo de tí quedó en tu testamento,
acabas de nacer: alguien te lee.

viernes, 11 de noviembre de 2011

IRREALIDAD....






Como fantasma de un espectro vuelvo

a este mundo con mi experiencia que ya no sirve


Me abruma


atestiguar cómo todo ha cambiado hasta la


irrealidad;


cómo fantasía alguna fue capaz


de imaginar cuanto hay ahora, todo lo que es


- y desde luego nadie esperaba.




J. EMILIO PACHECO




jueves, 3 de noviembre de 2011

¿ SUENA LA MUERTE ?



Hay cementerios solos
tumbas llenas de huesos sin sonido.
El corazón pasando un túnel obscuro, obscuro, obscuro...
hay la muerte en los huesos como un sonido puro...
 yo veo solo, aveces, ataúdes zarpar...
hinchadas por el sonido silencioso de la muerte,
a lo sonoro llega la muerte.

PABLO NERUDA