viernes, 14 de julio de 2017

El tiempo presente...

Muchas cosas han pasado desde la última vez que intenté ponerle palabras a las cosas que sucedían en mi vida. Una vorágine de acontecimientos han producido cambios inesperados y las consecuencias de las emociones revueltas no se han hecho esperar.
   El tiempo presente que se forma al
rededor me parece complicado de vivir, tengo una  sensación de miedo a enfrentarlo, a vivirlo...lugares, personas y cosas nuevas me esperan. No tengo las mismas cosas alrededor, hasta hace sólo unas semanas se habían vuelto parte de  mi cotidianidad, ahora no las tengo, por elección propia...quice darme tiempo de estar en otros sitios, y pese a ser así, pese a darme la oportunidad de estar en esos otros sitios,me queda una sensación de desasosiego, de vacío, de extrañeza...
   Creo que los nuevos espacios son maravillosos, sin embargo creo que estoy negando emociones que siento y eso no es sano, algunos de los nuevos espacios están llenos de acontecimientos nuevos, pero al mismo tiempo, y casi sin esperarlo, como de cosas de antes. Invoco toda la paciencia y la capacidad de permanecer en paz, a pesar de los remolinos externos, y los propios. Considero importante no perderme en el torbellino de emociones en el que me siento inmersa, y dejo al azar un poco la forma en la suceda el futuro.
   Estoy cansada, adolorida, y aunque sonrío, por estos días también se han derramado lágrimas y los nudos en la garganta se han hecho más frecuentes de lo que deberían ser,en fin, que me recuerdo la necesidad de la calma, y la fuerza que debe salir de mi para vivir estos días.