sábado, 30 de noviembre de 2013

Como gata boca arriba...

Como gata boca arriba

Te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una noche de luna
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lagrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)

Te quiero como gata panza arriba
y me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas.

No me voy, no quiero irme, dejarte,
te busco agazapada
ronroneando,
te busco saliendo detrás del sofá,
brincando sobre tu cama,
pasándote la cola por los ojos,
te busco desperezándome en la alfombra,
poniéndome los anteojos para leer
libros de educación del hogar
y no andar chiflada y saber manejar la casa,
poner la comida,
asear los cuartos,
amarte sin polvo y sin desorden,
amarte organizadamente,
poniéndole orden a este alboroto
de revolución y trabajo y amor
a tiempo y destiempo,
de noche, de madrugada,
en el baño,
riéndonos como gatos mansos,
lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
a los pies del sofá de leer el periódico.

Te quiero como gata agradecida,
gorda de estar mimada,
te quiero como gata flaca
perseguida y llorona,
te quiero como gata, mi amor,
como gata, Gioconda,
como mujer,
te quiero.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Pasado actualizado

Que extraña sensación producen los encuentros con lo que un día fue el eje rector de nuestra vidas...esas veces que las cosas (personas, lugares, ) de antes se presentan y una siente que no esta ahí, que aquello es como un sueño, como un mal sueño. Que bien hace sentirse diferente ante lo que ocasionaba dolor, pero que tristeza embarga cuando se recuerda el pasado bueno y que no fue!...Si, contradicción puede ser un buen adjetivo para nombrar las sensaciones y los pensamientos que se apoderan de la voz, de las palabras por decir, de los ojos cuyas miradas no se encuentran. Y entonces a una se le olvida que olvido.

Dejáme en el aire tu sonrisa, aunque no me recuerdes.

Aunque se borren todos nuestros rastros igual que las bujías en el amanecer...
Aunque se borren todos nuestros rastros igual que las bujías en el amanecer 
y no puedas recordar hacia atrás, como la Reina Blanca, déjame en el aire la sonrisa.Tal vez seas ahora tan inmensa como todos mis muertosy cubras con tu piel noche tras noche la desbordada noche del adiós: un ojo en Achernar, el otro en Sirio, las orejas pegadas al muro ensordecedor de otros planetas,tu inabarcable cuerpo sumergido en su hirviente ablución, en su Jordán de estrellas.Tal vez sea imposible mi cabeza, ni un vacío mi voz,algo menos que harapos de un idioma irrisorio mis palabras.Pero déjame en el aire la sonrisa:la leve vibración que azogue un trozo de este cristal de ausencia, la pequeña vigilia tatuada en llama viva en un rincón,una tierna señal que horade una por una las hojas de este duro calendario de nieve. Déjame tu sonrisa a manera de perpetua guardiana...


OLGA OROZCO


Aunque no me recuerde, aunque no me recuerdes, aunque no me recuerdes.
Déjame en el aire tu sonrisa.



miércoles, 6 de noviembre de 2013

Ensoñasiones

Tal vez recordar a las personas nos lleva a soñarlas, o el encontrarse con el pasado nos produce tener recuerdos y estos a su vez nos provocan los sueños...en fin, que sea cual sea la razón o las razones, estos días de encuentro con sus ojos, con su voz con el distinto pero el mismo..me han hecho tenerle presente por las noches, ayer en el sueño hablamos, caminamos juntos, veíamos a un gato blanco y a un bebé. Que extraño es despertar pensando en él porque se tuvo en el sueño, porque se durmio con el en la cabeza y en las ideas. Que se decía en el sueño...
él : ¿Cómo estás?
ella: ¿Tu cómo estás?
el molesto comenzaba a caminar, ella lo seguía y el parecía ceder y olvidar el enojo, y reconocer que por algo estaba ahí, no para pelear o regresar a los reclamos, sino para actualizar el presente para la paz.


lunes, 4 de noviembre de 2013

Cartas de Camille Claudel

amille Claudel

Camille Claudel a Paul Claudel
Montdevergues, 3 de marzo de 1930.

Querido Paul,

Hoy, 3 de marzo, es el aniversario de mi secuestro en Ville-Evrard: hace 17 años que Rodin y los marchantes de obras de arte me enviaron a hacer penitencia a los asilos psiquiátricos. Después de apoderarse de la obra de toda mi vida sirviéndose de B. para ejecutar su siniestro proyecto me hicieron cumplir años de prisión que bien se merecerían ellos. B. no era más que un agente del que se sirvieron para tenerte al margen y utilizarte para dar este audaz golpe que salió tal y como habían planeado gracias a tu credulidad y a la de mamá y de Louise. No olvides que la mujer de B. es una antigua modelo de Rodin: ahora ves la maquinación de que fui objeto. ¡Qué bonito! ¡todos aquellos millonarios lanzándose contra una artista indefensa! ya que los señores que colaboraron en tan buena acción son todos más de 40 veces millonarios.
¡Parece que mi pobre taller, algunos pobres muebles, algunos útiles construidos por mí misma, mi pobre menaje todavía excitaban su codicia! Como la imaginación, el sentimiento, lo nuevo, lo imprevisto que surge de un espíritu desarrollado es algo que les está vedado, cerrados de mollera, cerebros obtusos, eternamente ciegos a la luz, les hace falta alguien que les provea. Ellos lo decían: "nos servismos de una alucinada para encontrar los temas".
Tendría que haber al menos algunos estómagos agradecidos que supieran compensar a la pobre mujer a la que despojaron de su genio: ¡no! ¡una casa de locos! ¡ni siquiera el derecho a tener mi propia casa!...
(...)Parece que el principal beneficiario de mi taller es el señor Hébrard, editor de obras de arte, calle Royale. Allí se precipitaron todos mis bocetos (más de 300). Parece que ya unos años antes de mi marcha de París, los bocetos que hacía en Villeneuve tomaban el camino de su casa (por qué milagro? Dios sabe) Los encontré en su casa copiados en bronce y firmados por otros artistas: ¡realmente es demasiado fuerte! ...¡Y condenarme a prisión perpetua para que no reclame!
Todo esto sale en el fondo del cerebro diabólico de Rodin. Sólo tenía una idea, que cuando él muriera yo podría alzar el vuelo como artista y llegar a ser más que él: era preciso que consiguiera tenerme entre sus garras después de su muerte igual que en vida. Era preciso que yo fuera desgraciada muerto él igual que vivo. ¡Lo ha conseguido punto por punto, porque lo que es desgraciada lo soy!
¡Puede que no te importe mucho pero lo soy!
(...)
Estoy muy aburrida de esta esclavitud. Me gustaría mucho estar en mi casa y cerrar bien la puerta.
No sé si podré realizar este sueño, estar en mi casa.



(...)